El 70% de los internautas no distinguen verdad de cibertrola


Según la Asociación de Internautas, el 70% de los internautas tienen dificultades para identificar las cibertrolas que circulan por la red. Éste es el porcentaje de 2009, superior al 60% que tenía dificultades en 2008.
Es curioso constatar como el número de crédulos ha aumentado, y eso que comprobar si una noticia es cierta o falsa no es tan difícil. Es comprensible que antes de la aparición de Internet, verificar la certeza de una historia o noticia era bastante difícil: si la información no hacía referencia a un hecho histórico o científico que estuviera reflejado en una enciclopedia no había manera de verificarlo. Otra fuente como las hemerotecas era tarea casi de profesionales. Se hacía muy difícil plantear dudas sobre un infundio porque no se disponía de fuentes rápidas y accesibles para contradecirlo, y como he comprobado en múltiples ocasiones, apelar al sentido común o al razonamiento es tarea vana.
Pero hoy en día, con el acceso casi universal a la red, con internet en casa, en el trabajo, ¡hasta en el teléfono móvil! no me parece que sea tan difícil averiguar la certeza o falsedad de un correo que nos ha llegado a nuestro buzón electrónico.
Supongo que la pereza o desidia están detrás de esta falta de curiosidad y creo que esto debe cambiar. Deben pasar los tiempos en los que las frases "lo han dicho por la tele" o "lo he visto en Internet" servían para zanjar cualquier discusión, aunque lo que hubieran dicho o escrito fuera incompleto, incorrecto o incluso tendencioso.
Muchos somos los que nos dedicamos a destapar las mentiras en nuestros blogs o páginas. Nunca como ahora ha habido tanta gente colaborando para que la verdad y la información contrastada ayude a otras personas a combatir la ignorancia, la superchería y los cuentos chinos.
¿Tienes dudas? ¿Algo te huele raro? Utiliza tu buscador favorito e infórmate de la verdad. Y sobre todo: no reenvíes cualquier tontería que te llegue aunque te amenace con lustros de desgracias, mala suerte y desdichas sin cuento.
Bueno ... a mí sí me la puedes mandar, que yo las colecciono.


Artículo dedicado a Nacho, curioso impenitente e incansable luchador contra la superchería.

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